viernes, 16 de marzo de 2012

El rentable negocio de la caridad

Paseando por las calles de Huesca no resulta difícil toparse en las puertas de algunos supermercados con ciertas personas ejerciendo la mendicidad. Nada fuera de lo normal y más en estos tiempos de crisis tan acuciante que azota a nuestro país. Lo más triste de todo es cuando te enteras por los medios de comunicación locales que esta "pobre" gente no ejerce la mendicidad como necesidad primaria sino como un rentable negocio que les reporta pingües beneficios. Tanto como para disponer de una furgoneta de más de 30.000 € con los que van siendo repartidos por los puntos más estratégicos de la capital oscense. Estamos hablando de una mafia en toda regla. Se calcula que son unas 10 ó 12 personas, de nacionalidad rumana, que rehusan a utilizar los servicios de asistencia social que hay disponibles en Huesca.

No cabe duda que vivir a costa de la generosidad de muchos ciudadanos es mucho más productivo que asistir a centros como Cáritas o el Refugio Municipal. Y esa admirable generosidad de los oscenses es la que anima a estas personas a seguir con estas prácticas en lugar de dejarse ayudar por las instituciones habilitadas al efecto, por lo que inconscientemente se contribuye al sostenimiento de esta práctica que rebasa claramente la barrera de la necesidad.

A quien le corresponda que tome cartas en el asunto, yo personalmente me niego a contribuir con las mafias que controlan el rentable negocio de la caridad.

martes, 13 de marzo de 2012

Y cada palo que aguante su vela

Si pensábamos que la situación de nuestro Real Zaragoza no podía ir a peor esta semana quedó demostrado que no es así.

Tras la vergonzosa actitud mostrada en Málaga (como en otras muchas ocasiones durante esta temporada) el equipo se enfrentaba al partido más crucial del año. Se jugaba contra uno de los equipos que pululan por las posiciones más bajas de la tabla, el Villarreal CF. Era la hora de demostrar que "se está" o "no se está" por conseguir la salvación ya no sólo del equipo sino de la institución zaragocista. Los sectores más activos en la lucha por la marcha de Agapito Iglesias habían convocado la "Agapirada". En el minuto 33 de la segunda mitad la afición debía abandonar las gradas de La Romareda, no como señal de abandono al Real Zaragoza ni a su plantilla sino como repulsa a la desastrosa gestión que el empresario soriano está realizando en el club de nuestros amores. Y toda la culpa no la tiene Agapito sólamente, habrá que acordarse también de personajes como Pablito Aimar, Ricardo Oliveira, Paco Pavón, etcétera. No tan sólo aquellos jugadores que nadie cuestionaba, también otros que han venido a Zaragoza, parece que tan sólo a engrosar sus cuentas bancarias. Hay quien cuestiona el éxito de la "Agapirada", hay quien posiblemente no la secundó porque no supo entender los verdaderos motivos de ésta y pensaba que era darle la espalda a nuestro equipo, otros porque quizá compartan la gestión de Agapito (esos que le dan abrazos por la calle y le agradecen lo que está haciendo por este club) y otros porque han pagado y no quieren renunciar a su derecho de "disfrutar" del espectáculo... Sean los motivos que sean todos son respetables y ningún zaragocista de bien debe reprocharle nada al otro. Una "guerra civil" entre nosotros sería ya lo último. Ahora más que nunca debemos estar unidos porque nuestro objetivo es el mismo, el bien del Real Zaragoza.

Cuando esta semana Agapito anunciaba la venta de las acciones del Real Zaragoza parecía que un rayo de luz asomaba por el horizonte... Esta semana a muchos zaragocistas se les veía alegres, contentos, incluso confiados en la salvación después de la remontada del equipo contra los castellonenses. Y les duró lo que le duró la vergüenza a gran parte de la plantilla del actual equipo. Lo de el sábado en San Sebastián dejó a las claras que, en líneas generales, no están por la labor. No generalizo, sería injusto. Nadie tiene derecho a reprochar nada a jugadores como Roberto, e incluso al entrenador Manolo Jiménez (bastante tiene el hombre con lo que tiene que aguantar).

El sábado recibimos a Osasuna, partido de máxima rivalidad que en otras circunstancias sería el "partido del año". Si se gana hay quien volverá a albergar esperanzas de salvarnos, está en todo su derecho. Personalmente pienso que no tenemos nada a lo que agarrarnos para conseguir la victoria, bueno quizá sí haya algo, que nuestra Virgen del Pilar nos eche una "manica".

Me vienen a la cabeza unas declaraciones que vi el otro día en el programa "La Jornada" de Aragón Televisión en las que un aficionado mostraba su descontento con la actual situación que estamos sufriendo. Y es que a este paso... nos "agapiramos" a Segunda.



A ZARAGOZA LA DEFIENDE SU GENTE